El nuevo año hidrológico arranca con los embalses al 66,6% de su capacidad, un 17,2% más que la media de la última década


Nota de prensa del MAGRAMA. 4/10/2013


Las reservas de agua ascienden a los 36.879 hectómetros cúbicos, frente a los 25.176 hm³ del año anterior y los 26.862 hm³, como media, en los últimos diez años

El volumen de agua almacenada en los embalses se han incrementado más de un 25% en el último año en las cuencas del Duero, Guadalquivir, Segura, Ebro y en las Cuencas Internas de Cataluña

El nuevo año hidrológico, 2013- 2014, ha comenzado esta semana con los embalses al 66,6% de su capacidad, es decir, con un volumen de agua almacenada de 36.879 hectómetros cúbicos, un 21,2% más que el agua que se acumulaba en los embalses hace un año (25.176 hm³), y un 17,2% más que la media de la última década (26.862 hm³).

En concreto, la vertiente mediterránea, con lo embalses al 63,8% de capacidad,  inicia este año hidrológico –comprendido entre el 1 de octubre de 2013 y el 30 de septiembre de 2014– con un 26,2% más de reservas que el año anterior, mientras que la vertiente atlántica, cuyos embalses se encentran al 67,6%, cuenta con un 19,5% más de agua que hace un año.

Tomando como referencia tanto el último año como la media de la última década se ha incrementado el agua almacenada en todos los embalses, si bien el  mayor incremento durante el último año se ha registrado en las cuencas del Ebro (un 33,6%), en las Cuencas Internas de Cataluña (32,3% de incremento), en la del Guadalquivir (un 27,8%), en la del Duero (un 25,9%) y en la del Segura (un 25,8%).

Situación por cuencas hidrográficas:

Cuenca del Guadalquivir

La abundancia de precipitaciones registradas en el año hidrológico que acaba de terminar, que ha superado en más de un 50% las de un año habitual, se ha traducido en el hecho de que los embalses de la cuenca hayan recibido aportaciones tres veces superiores a la media de los últimos 25 años, cifradas en 10.000 hm3 de agua.
Estas entradas han permitido que los embalses hayan podido terminar la campaña, que ha transcurrido con total normalidad, al 80% de capacidad, un volumen que garantiza la atención de las demandas de riego y de abastecimiento urbano durante los próximos años.

Cuenca del Segura

Esta cuenca ha terminado el año hidrológico con 760 hectómetros cúbicos de agua en sus  embalses, cerca de 300 hm3 más de los que tenía a su comienzo. Un volumen que, salvo situaciones extremas, garantiza que se puedan satisfacer las demandas de los usuarios del Segura durante los dos próximos años, con una política de distribución y consumo responsable.

El año hidrológico que termina ha sido tan excepcional, debido principalmente a la nieve caída durante el pasado otoño-invierno, que la CHS ha podido no sólo atender sin ningún tipo de problema la campaña, sino que ha podido aprobar un riego extraordinario solicitado por los agricultores que sirvió, además, para limpiar de sedimentos el río y la red de acequias, además de generar una masa de agua constante que potenció la recuperación medioambiental del ecosistema fluvial.

Cuenca del Guadiana

También en la cuenca del Guadiana el año hidrológico recién finalizado ha sido excepcionalmente tan húmedo que ha supuesto una precipitación media en esta cuenca de 570 l/m2, mientras que en un año hidrológico normal se registran valores de aproximadamente 522 l/m2 en la cuenca, especialmente en noviembre y en marzo. Esta abundancia de precipitaciones se ha traducido en importantes aportaciones a los embalses de toda la cuenca, con un total de 6.300 hm3 de agua.

Si los embalses de cuenca iniciaron el año hidrológico al 67% de su capacidad, han terminado este periodo, tras atender todas las demandas al 77,1%, un valor que nunca se había alcanzado en esta fecha y que garantiza la atención de las demandas de riego y del abastecimiento urbano para los próximos años.

Cuenca del Tajo

A pesar de que la escasez de precipitaciones registradas en la cuenca en el primer semestre del año hidrológico apuntaban hacia un año “seco”, las intensas lluvias registradas al final de ese semestre provocaron un cambio de situación, permitiendo que los embalses hayan podido acabar el año con un volumen acumulado de 32.908 hm3 de agua, frente a los 20.014 hm3 registrados en el año hidrológico 2011-2012.

Unas cifras que han permitido que la cuenca haya podido atender todas su demandas  tanto nacionales (destinando 2.077 hm3 para riegos y tomas directas, 1.281 hm3 para abastecimientos y acuíferos, y 385 hm3 para el Trasvase Tajo-Segura), como internacionales, permitiendo la salida para Portugal de 7.860 hm3 de agua, tal y como está establecido en el Convenio de Albufeira.

Cuenca del Júcar

También los embalses del Júcar han podido terminar el año con más agua de la que almacenaban en su inicio, en concreto iniciaron el año hidrológico al 36,26% de su capacidad  y, en la actualidad, se encuentran al 48,2%. Actualmente hay embalsados 1.613,3 hm3, lo que representa un aumento de 400 hm3 con respecto a los niveles de hace un año, y de 634,8 Hm3 con respecto a las media de los 10 últimos años.

Las elevadas precipitaciones registradas, sobre todo durante los meses comprendidos entre noviembre y abril,  han permitido que la campaña de riegos se ha desarrollado con total normalidad.

Cuenca del Ebro

En esta cuenca el año excepcionalmente lluvioso ha permitido que, en lo que respecta a volúmenes de agua embalsada, la práctica totalidad de los sistemas de la cuenca han superado la situación de los últimos cinco años, incluso en algunos casos se han alcanzado valores históricos, con excepción de ciertas subcuencas de la margen derecha (cuencas del Martín y del Jalón) que presentan valores inferiores a los del año pasado.

Gracias a ello, la campaña de riego se ha desarrollado con total normalidad. A día de hoy, el volumen de agua acumulada en los embalses alcanza los 5.033 hm3, lo que supone un 67,2% del total. El pasado año, por estas mismas fechas, las reservas se situaban en 2.580 hm3, un 34,4% del total (un 50% menos).

Cuenca del Duero

La campaña de regadío se ha desarrollado con normalidad y sin restricciones también en la cuenca del Duero, cuyos embalses registran, al finalizar el año hidrológico, unas reservas superiores en un 20% a las de un año medio de los diez anteriores, y en un 120% a las del año pasado, que fue extremadamente seco en la cuenca.

La mayoría de los sistemas (afluentes) se encuentran entre el 45% y el 55% de su capacidad, aunque existen otros, principalmente en de las provincias de León y de Palencia, que se encuentran en una situación mucho más comprometida y sin apenas reservas, debido en gran medida a su escasa capacidad de regulación.

Cuenca del Miño-Sil

Actualmente el volumen almacenado en los embalses de la demarcación es de 1.746,1 hm3, lo que supone un 58% del total y el quinto valor más alto de los últimos 13 años, debido a que el año hidrológico 2012-13 se sitúa como el noveno más húmedo de los últimos 30 en esta cuenca hidrográfica.

Especialmente lluvioso resultó el mes de marzo, en el que casi se triplicaron los valores medios históricos de precipitación para dicho mes.

Cuenca del Cantábrico

En la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se ha vivido una situación irregular en la que se han registrado numerosas precipitaciones durante los seis primeros meses, que han dado paso a otros seis meses sin apenas lluvias.

Esta situación ha provocado que los ríos de la demarcación cantábrica, pequeños y rápidos, hayan empezado a sufrir un importante estiaje, principalmente en la zona cántabra de la demarcación.

Episodios de inundaciones

La situación de lluvias excepcionales registradas durante el recién terminado año hidrológico en buena parte de España ha provocado también importantes episodios de inundaciones que, a pesar de la importante labor de retención jugada por los embalses, provocaron importantes daños en algunos puntos.

Unos daños a los que no ha sido ajeno el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que, en los últimos meses, ha aprobado importantes partidas extraordinarias para devolver las zonas afectadas a su estado original así como  para prevenir los efectos de las inundaciones en el caso de que se vuelvan a repetir episodios similares.